El nearshoring, o la estrategia de trasladar operaciones de producción más cerca del mercado final, ha ganado relevancia en los últimos años debido a tensiones comerciales y desafíos logísticos globales. América Latina se perfila como una región clave en esta tendencia, con varios países destacándose como destinos atractivos para la inversión extranjera directa (IED).
Colombia ha emergido como un destino preferido para el nearshoring, especialmente por su proximidad a Norte y Suramérica y una sólida red de acuerdos comerciales.
Costa Rica ha emergido como un destino preferido para el nearshoring, especialmente por su proximidad a Norte y Suramérica y una sólida red de acuerdos comerciales. El país ha implementado estrategias para atraer IED, destacando su estabilidad económica, mano de obra calificada y compromiso con la sostenibilidad. Un ejemplo es Coyol Free Zone, que ofrece soluciones integrales para empresas que buscan invertir y desarrollarse en la región.
Brasil se ha beneficiado de la relocalización de fabricantes de automóviles, como Great Wall Motors y BYD, que han establecido operaciones en el país. Además, sectores como energía, agricultura y tecnologías de la información muestran un creciente interés en invertir en la economía brasileña. Con una población de 215 millones y siendo la novena economía mundial, Brasil ofrece un mercado robusto para la inversión extranjera.
La cercanía geográfica de México con Estados Unidos lo posiciona favorablemente para el nearshoring. Sin embargo, recientes amenazas de aranceles por parte de la administración estadounidense podrían afectar la inversión privada en el país. La industria automotriz mexicana, que generó cerca de 100.000 millones de dólares y emplea a aproximadamente 900.000 personas, enfrenta incertidumbres debido a posibles medidas arancelarias.
Colombia ha emergido como un destino preferido para el nearshoring, especialmente por su proximidad a Norte y Suramérica y una sólida red de acuerdos comerciales. El país ha implementado estrategias para atraer inversión extranjera directa (IED), destacando su estabilidad económica, mano de obra calificada y compromiso con la sostenibilidad. Según un informe de JLL Research, Colombia se ha establecido como uno de los mercados emergentes más prometedores para la relocalización de operaciones industriales y de servicios en América Latina, impulsado por la necesidad de mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro globales.
Varias empresas internacionales han elegido a Colombia, y en particular a Bogotá, como su centro de operaciones nearshore. Por ejemplo, en 2021, cinco empresas de servicios y tecnología establecieron operaciones en la capital colombiana, aprovechando su ubicación estratégica y talento humano.
Colombia ofrece múltiples ventajas para las empresas que consideran el nearshoring_
La tendencia del nearshoring en Colombia muestra un crecimiento sostenido. Se espera que el sector de BPO (Business Process Outsourcing) en el país crezca a una tasa anual del 9% hasta 2025. Además, más del 80% de las empresas que tercerizan servicios en Colombia reportan satisfacción con la calidad ofrecida, citando la alineación cultural y las ventajas de costos como factores principales.
El nearshoring ofrece múltiples ventajas, incluyendo la reducción de costos, acceso a talento calificado y una zona horaria compatible con mercados clave. Además, la implementación de políticas gubernamentales favorables y la existencia de negocios prósperos en la región refuerzan la propuesta de valor de América Latina como destino de inversión.
La combinación de factores como ubicación estratégica, políticas favorables y talento humano calificado convierte a la región en un destino atractivo para la inversión extranjera en los próximos años.
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